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Proceso del engorde del vacuno

Proceso del engorde del vacuno

Dentro de los negocios asociados a los vacunos, el que corresponde al engorde del mismo es esencial. Si bien el consumo de carne está extendido a lo largo del mundo, el conocimiento sobre cómo criar ganado vacuno no es tan popular. La técnica es relativamente sencilla, pero requiere cumplir condiciones esenciales para que resulte en una ganancia económica.

El proceso comienza con terneros destetados -es decir, de un año de edad y unos 180 kilos de peso-y termina alrededor de los dos años y medio, cuando el animal ha llegado a unos 480 kilos. Durante el mismo, se le suministra pasto y suplementos, agua y sal. En esencia, es la combinación de alimento balanceado y pastoreo lo que proporciona una dieta óptima para engordar el ganado.

Un vacuno consume cerca del 12% de su peso en forraje. O sea, un animal de 180 kilos consumirá 21 kilos de pasto al día. La proporción de consumo se mantendrá mientras vaya ganando peso.

Un plan de engorde consiste en plantearse el objetivo de que el ganado obtenga su peso ideal en la menor cantidad de tiempo posible. Debido a que el contexto actual ha encarecido y reducido las tierras destinadas al pastoreo, uno de los factores determinantes para que esto suceda, es encontrar una fórmula de alimento óptima para nutrir a los animales -esto se conoce como suplementación estratégica-.

La fórmula suele ser conformada por pasto, ya sea consumido directamente por el animal, pasto fresco cortado o procesado en un silo, en combinación con alimento concentrado. Este último otorga un alto valor nutritivo, ayudando a que sea más digestible, mejora el sabor y hace que haya menos desperdicio final. La suplementación es esencial durante los primeros tres meses, es decir, en la fase de levante.

La capacidad de engorde se encuentra determinada por la calidad nutricional de ese alimento. Si bien es cierto que mientras más grande es un bovino, más alimento consume, esto no es por sí solo suficiente. Por ejemplo, un animal joven que consume paja de páramo o tamo de avena tan solo ganará 100 gramos/día. Puede demorarse hasta 4 años en lograr llegar al peso para ser faenado, y su rendimiento será menos del 50/ en carne.

La dieta combinada del ganado, por lo tanto, es lo que eventualmente se transforma en productos consumibles de carne o leche. Los machos son más eficientes que las hembras para convertir el alimento en carne. Estos son castrados a los 6 meses de edad, lo que tienen a incrementar su consumo.

Estableciendo un plan de engorde

Un plan de engorde debe tomar en cuenta:

  • la dificultad del predio y el estado de las cercas: así se evitarán lesiones, accidentes por rodamiento en las cuestas o muerte
  • la cantidad de lluvia que cae sobre los potreros, ya que esta determinará la producción de forraje
  • tomar en consideración los siguientes indicadores: medir la capacidad receptiva, carga animal, sobrantes de potrero y producción de materia seca por hectárea
  • los objetivos de peso deseados
  • las divisiones de los potreros
  • los requerimientos de cada bovino

El pasto puede reemplazarse con restos de industrialización de frutas y pulpas, desecho de banano, y granos de maíz, los que aportan nutrientes. Así también, en nutrición animal se sabe de la importancia del agua, la que siempre debiese estar fresca y disponible.

 Un bovino consume alrededor de 60 litros de agua diariamente, y unos 100 gramos diarios de sal -se suele usar sal mineralizada-. De hecho, los bebederos y saladeros deben ser de fácil acceso para los animales ya que es contraproducente que deban caminar mucho para conseguir agua o sal.

El plan de engorde o levante puede ser intensivo, semi intensivo o extensivo. Lo que es fundamental es asegurar la frecuencia y calidad del suministro de alimento. Si por algún motivo el ganado pierde la tasa de ganancia de peso -es decir, se “atrasa”, esto genera una pérdida de dinero y resulta muy complicado recuperar animales atrasados.

Una vez que se llega al objetivo de peso para ser faenado, el ganado debe venderse. Cuando el ganado llega al peso de adulto, menos eficiente se vuelve su conversión, por lo que el postergar la faenación tendrá un impacto en la calidad de la carne y, por lo tanto, redundará en un castigo económico. Es importante recalcar que proporcionar exceso de nutrientes -generando más grasa en el bovino- tiene un costo económico alto: hay que invertir hasta tres veces más en nutrientes que cuando se desea ganar peso en carne o proteína. Es desaconsejable, entonces, enfocarse en el exceso, ya que no será rentable -a menos que el mercado pague por esa grasa intramuscular.

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