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Los 5 mejores cortes de carne de cerdo para la parrilla

Los 5 mejores cortes de carne de cerdo para la parrilla

Para los que buscan variar el asado parrillero, el cerdo es una apuesta segura, ya que su carne es tierna y sabrosa. Sus distintos cortes son los suficientemente diferenciados en sabor como para entregar una experiencia novedosa cada vez. 

Los temerosos pueden pensar que la carne de cerdo es complicada de cocinar porque queda “chiclosa”. Esto, sin embargo, es un temor infundado, ya que poniendo la atención suficiente, adobándola previamente en algunos casos y cuidando de que no se seque, resulta ser una de las carnes más versátiles disponibles. A continuación te contamos cuáles son los mejores cortes de cerdo para la parrilla y sugerencias sobre cómo prepararlos: 

El costillar

Para asarlo es ante todo importante no separar las costillas antes de asarlas, este es un error frecuente de principiante. Las costillas deben cocinarse con el hueso para que queden tiernas y doradas. Eso sí, es preciso extraer la membrana que recubre el costado de los huesos. Para hacerlo, hay que pasar un cuchillo entre el hueso y la membrana para despegarla, tirando de ella con las manos. 

También hay que retirar el exceso de grasa, pero sin exagerar: no hay que sacar las vetas interiores, ya que estas son las que hacen que queden jugosas al derretirse. 

Una vez que esté listo el costillar, debe adobarse. El adobo puede llevar sal, tomillo, orégano, pimienta, ajo, aceite de oliva y vino blanco. Algunos cambian el vino blanco por vinagre de vino tinto y el tomillo por el comino. Lo importante es adobar por todos lados el costillar y dejarlo reposar durante al menos dos horas, aunque es mejor todavía si se deja durante toda la noche. 

Las chuletas

La chuleta vetada, como corte, tiene más contenido graso que la chuleta centro y por ello es recomendada para la parrilla. 

Primero, hay que marinar las chuletas por una o dos horas -o dejarlas reposar durante la noche-. Un marinado sencillo puede hacerse con aceite, vino, vinagre, mostaza, pimienta y sal. Una vez listas, se retiran y secan con papel para que este absorba el exceso de marinado.

Es recomendable que las chuletas tengan al menos dos dedos de grosor para que no se sequen. Hay que sellarlas durante 3 minutos por lado a fuego alto, para que queden doradas, y luego ponerlas a fuego medio para que se terminen de asar. Para hacer incluso más delicioso este plato, se puede agregar un glaseado a base de azúcar justo 10 minutos antes de retirarlas de la parrilla. 

Pulpa de pierna de cerdo

Este corte tiene poca grasa. Para los que prefieren que incluso tenga menos, pueden retirarle la grasa que consideren que tiene alrededor. Se cortan bistecs de un dedo de ancho, y con el jugo de dos limones se mojan. Luego se les aplica mostaza encima y se dejan reposar por media hora. 

Una vez en la parrilla, se dan vuelta cuando les sale jugo por encima. La carne debe quedar blanca por dentro, pero hay que tener cuidado de que no quede seca. 

Si la mostaza no es lo tuyo, puedes adobar la pulpa con una mezcla licuada de ¼ de taza de vinagre blanco, 2 dientes de ajos, merkén, orégano y sal. 

Malaya

La malaya se prepara fácilmente a la parrilla y no deja indiferente a nadie. Para hacerlo hay que poner la malaya por el lado de la grasa, barnizándola con una cucharada de jugo de limón. Esperar 7 minutos para darla vuelta y añadir otra cucharada de limón, pimienta y sal, y esperar 7 minutos a que esté lista. Se le puede agregar rúcula encima para disfrutar de una combinación de sabores más estimulante. 

Algunos recomiendan hacer “pizza” de malaya -una práctica tradicionalmente argentina- y ponerle salsa de tomate, queso y orégano en la segunda vuelta, dejándola por 10 minutos. En ambos casos es deliciosa para servirla trozada como picoteo. 

Plateada de lomo: Se prepara rápidamente y sin demasiado esfuerzo. Es un corte que tiene una capa de grasa en una de sus caras. Se puede hacer al palo o a la parrilla. Se debe poner a fuego alto, es decir, cuando la mano aguanta 3 segundos a fuego directo. Hay que esperar aproximadamente una hora para que la grasa se dore y disuelva, hasta que quede como una fina capa. Luego se da vuelta y se deja asar por otros 30 minutos.

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