Costillar de cerdo: ¿al horno o a la parrilla?
La vida suele ponernos en encrucijadas, algunas incómodas, otras más gratas. La verdad es que, en el caso de cómo cocinar un buen costillar de cerdo, el tener que decidir por el horno o la parrilla es un privilegio de dilema: cualquiera sea el camino escogido, nos aseguraremos un viaje que abarca completamente la ruta de la buena mesa. Lo importante es conocer bien este recorrido.
Algo a tener en cuenta es que el horno y la parrilla son dos formas de cocinar el costillar o cualquier otro alimento, que se ajustan a diferentes situaciones y requerimientos. Antes de decidir por una o por otra debemos conocer bien diversos factores como, por ejemplo, para quién y para cuántos cocinamos, el tiempo que disponemos, el lugar en el que nos encontramos y la situación para la cual cocinamos.
Teniendo en mente lo anterior, démosle una mirada a las particularidades del costillar de cerdo al horno o parrilla. La idea es que, llegado el momento, tengas todas las herramientas que el conocimiento entrega para que puedas decidir informadamente por una forma de preparación u otra.
El ritual de la parrilla
Si dispones del tiempo suficiente, el espacio es el adecuado (al aire libre), la cantidad de comensales es de media a elevada, la instancia es más bien informal y tienes los implementos necesarios, el costillar de cerdo a la parrilla es tu alternativa.
Este verdadero ritual no se queda sólo en los dominios de la comida: hacer un asado es un evento en comunidad que involucra a sus participantes en una instancia en la que la conversación, las risas y el regocijo son invitados infaltables.
Como dijimos en un comienzo, para preparar un costillar de cerdo a la parrilla hay que contar con el tiempo suficiente. Una pieza entera de costillar demora de 1 hora y media a 2 horas en asarse completamente al carbón. Si consideramos que el tiempo de preparación del carbón es de unos 30 minutos, fácilmente un parrillero puede estar 2 horas y media frente al fuego.
Recordemos también que la parrilla es una forma de cocinar los alimentos que requiere constante supervisión, es decir, un buen parrillero no despega un ojo de la carne y, por sobre todo, del fuego, siempre pendiente de cualquier detalle para que el asado no se vaya a pasar de calor y pueda quedar seco.
Entonces, hay que tener claro que al escoger la parrilla para el costillar de cerdo, el cocinero debe contar con tiempo exclusivo para la preparación, a diferencia de otros métodos en los que la comida simplemente se deja cocinar sola, echándole solamente uno que otro ojo de vez en cuando.
A pesar de la dedicación exclusiva que exige, cosa que para los amantes de los asados es más bien un privilegio que un problema, la parrilla al carbón le entrega al costillar un sabor único. El secreto está en las mismas grasas de la carne que se van derritiendo para caer al fuego. Una vez en contacto directo con la fuente de calor, la grasa de evapora para subir nuevamente hasta la pieza de carne e impregnarla con su inigualable sabor. Toda una delicia.
La comodidad del horno
Al comparar el horno con la parrilla, salta a la vista un aspecto importante: la exclusividad en la atención. No es que el costillar al horno tome menos tiempo de preparación que la versión a la parrilla, pues fácilmente una pieza entera alcanza dentro del horno las 2 horas a 180 grados para quedar bien cocida.
Durante esas dos horas, sin embargo, los cocineros no deben prestar atención exclusiva a la preparación, cosa que sí ocurre con el tiempo que demora el costillar a la parrilla.
Recalcar, eso sí, que es necesario pegar una mirada dentro del horno cada cierto tiempo para cerciorarnos que todo va según lo planeado. Además, es aconsejable dar vuelta la carne por lo menos una vez para que se dore por ambas caras de manera pareja.
Según lo anterior, podemos decir entonces que el horno es nuestra forma de preparar el costillar si, por ejemplo, estamos organizando una cena o un almuerzo en los cuales debemos atender otros asuntos aparte de la preparación de la comida.
El horno también destaca por requerir menos preparativos que la parrilla, por ser adecuado para espacios interiores y por dejar el costillar crujiente y sabroso, sobre todo apoyándose en los condimentos y salsas que se puedan agregar a la carne.
Entonces, si lo que buscas es comodidad a la hora de preparar el costillar, no puedes dedicar atención exclusiva o simplemente no tienes un lugar al aire libre para instalar una parrilla, el horno es sin lugar a dudas la mejor alternativa.