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5 tips para lograr costillas de cerdo más jugosas a la parrilla

5 tips para lograr costillas de cerdo más jugosas a la parrilla

Desde las clásicas costillas de cerdo con salsa barbacoa que hacen los norteamericanos, a la receta argentina que lleva limón y pimienta, este platillo tiene muchas facetas y sin dudas es el favorito de muchos. Sin embargo, algunas veces cuando se preparan a la parrilla quedan secas y por eso mucha gente evita utilizar este corte. A pesar de eso, lograr unas costillas jugosas en casa no es tan difícil, solo hay que saber algunos secretos y llevarlos a la práctica. A continuación, cinco tips para que las costillas de cerdo nos queden jugosas y las disfrutemos como debe ser.

1. Preparación de la carne

Sin duda, el costillar debe pasar por algunos preparativos antes de colocarlo a la parrilla. Lo primero será remover la membrana que cubre la parte del hueso del corte; esta se encoge con el calor y curva el costillar entero. Esto es ineficiente porque en un costillar curvo es más difícil que el calor alcance a toda la carne uniformemente, lo que resultará en algunas partes secas y otras crudas. En segundo lugar, tampoco es provechoso que separemos las costillas antes de asarlas. Claramente, es mejor cocinar el costillar entero, así la grasa y el hueso aportarán una humedad pareja a todo el trozo.

2. Manejar con cuidado la grasa

La grasa es una parte fundamental de las costillas de cerdo, aporta sabor a la carne y humedad. Sin embargo, el sobrante grasa no es bueno debido a que puede dejar la carne demasiado crujiente o incluso sobrepasar el propio sabor de la carne. Por eso, es recomendable retirar el exceso de grasa con un cuchillo afilado, pero solo la que se encuentra en la superficie de la carne. Nunca se debe separar la que se halla dentro de la pieza; las vetas de grasa son las que aportan el sabor y, por supuesto, la humedad que buscamos.

3. Encuentra el marinado perfecto

Una buena opción es marinar las costillas de cerdo en alguna mezcla por un rato antes de ponerlas a la parrilla; esta humedad extra le dará mayor tiempo a la carne para que no se seque. Indudablemente, el más común es la salsa barbacoa al estilo norteamericano, pero se pueden hacer muchos tipos de marinados. Por ejemplo, mostaza con miel, jugo de limón y especias, salsa de soya con ajo, entre otros. Recomendamos experimentar con distintos ingredientes hasta encontrar el sabor deseado.

4. Cocerlas antes de la parrilla

Otra opción para lograr que conserven su humedad es cocerlas antes de pasarlas a la parrilla. Es decir, podemos hervirlas en una olla por una hora, agregar ajo al agua y otras especias para aportar gusto; o también se pueden cocer las costillas en el horno para lograr la misma humedad. Una vez que se pasan a la parrilla y llegan a su punto, tendremos como resultado un exterior crujiente y un interior jugoso listo para disfrutar.

5. Cuidar la temperatura de la parrilla

Un aspecto clave para lograr unas suculentas costillas de cerdo es la temperatura de la parrilla. Ciertamente, este método tiene la particularidad de otorgar calor inestable y variado. Por eso, es bueno esperar a que el fuego se encuentre a un nivel medio, debido a que se puede quemar o secar el costillar. Se debe poner la parte de la grasa primero al fuego y después ir rotando la carne, así nos aseguramos una óptima conservación de la humedad, unas costillas jugosas y con una deliciosa capa crujiente como producto final.

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