Técnicas para preparar el mejor lomo de cerdo al horno
Nunca está de más recordar las bondadosas propiedades que hacen de un corte extremadamente noble, uno de los más apetecidos y recomendables: el siempre sabroso lomo de cerdo.
Como buena fuente de proteínas, el lomo de cerdo puede volverse protagonista en cualquier dieta equilibrada. Asociado a una zona situada bajo las costillas, destaca por ser una carne sumamente magra. Es decir, posee un bajísimo contenido de materia grasa, contrario a lo que pasa con otros cortes de cerdo como el costillar y las chuletas parrilleras. Por ejemplo, 100 g de lomo de cerdo contienen sólo 1,8 gramos de grasa.
Así como sucede con la grasa, las calorías que acompañan al lomo de cerdo son relativamente bajas. Los mismos 100 gramos de este corte aportan a quien los consume la equilibrada cifra de 95 calorías.
Aparte de ser una importante fuente de proteínas, esta carne aporta minerales esenciales como el selenio y el fósforo, además de saludables vitaminas como la B1. Por ejemplo, sólo 90 g de lomo cerdo aportan alrededor del 77% de vitamina B1 que requiere diariamente una mujer adulta.
Aprovechar todas estas propiedades integrando el lomo de cerdo a la dieta cotidiana es una muy buena alternativa. Y qué mejor que valerse del calor de un buen horno para sacarle el máximo provecho a esta nutritiva y saludable carne.
Acompáñanos a revisar a continuación un par de recetas de lomo al horno, cada una con singulares técnicas que, de seguro, dejarán a tus comensales queriendo repetirse el plato.
Lomo de cerdo al horno en leche: preparación clásica
Si el lomo es lo tuyo y no has probado aún esta tradicional receta, es hora que te pongas al día. Todo indica que fue traída a tierras nacionales por antiguos viajeros europeos que recalaron en Valparaíso. Con el paso del tiempo, los ingredientes fueron adaptándose a la disponibilidad y gusto local, llegando a integrar condimentos de origen nacional como el merkén.
Para preparar el lomo de cerdo en leche para cuatro personas se necesita lo siguiente: 1 kg de lomo de cerdo, un limón, media cucharadita de merkén, una cucharada de sal gruesa, media cucharadita de orégano, una taza de leche entera, una cucharada de almidón de maíz en polvo y pimienta a gusto del cocinero.
Una vez que conseguimos todos los ingredientes es hora de poner manos a la obra. Lo primero es marinar el lomo de cerdo en una fuente que se pueda llevar al horno con el jugo del limón y los condimentos: la sal, el merkén, la pimienta y el orégano. La idea es dejarlo reposar refrigerado por mínimo 1 hora, para que la carne se impregne de los otros sabores. Mejor si queda marinando la noche anterior a ser cocinado.
La temperatura a la que se cocinará en el horno es muy importante. De ella y el tiempo dependerá que la carne quede en su punto justo: lo suficientemente asada para que no esté cruda en ninguna parte, pero sin perder ni una gota de esa ternura y jugosidad que son tan gratas al paladar. Entonces, hay que precalentar el horno a precisos 180 grados celsius, mientras se disuelve el almidón de maíz en la leche para bañar el lomo de cerdo con la mezcla. Una vez hecho esto y con el horno ya caliente, es hora de llevar todo al calor para empezar la cocción que durará en total 90 minutos.
Una técnica muy recomendada es sacar el lomo de cerdo cada 30 minutos del horno para remover la salsa y volver a embadurnar la carne con ella. Esto permite mojar la carne e impregnarla con la sabrosa mezcla. Una vez cumplidos los 90 minutos, también es recomendable dejar reposar el lomo por 10 minutos tapado con papel de aluminio, para que no se arrebate con la diferencia de temperatura del ambiente y no pierda los jugos al ser cortado.
Finalmente queda porcionar y llevar a la mesa este tierno, jugoso y muy sabroso asado de cerdo al horno.
Lomo en horno a la cerveza: innovación
Una receta diferente a la anterior, pero no menos sabrosa, es la variante a la cerveza del lomo de cerdo al horno.
Los ingredientes para que coman cuatro personas son 1 kg de lomo de cerdo, dos pimentones, una cerveza en lata de las más económicas, una cebolla mediana, tres tomates, una cucharada de mostaza y otra de miel, ajo en polvo, pimienta, aceite de oliva y la infaltable sal.
Todo parte aliñando el lomo con la sal y la pimienta, para después sellar la carne en una sartén con aceite de oliva, lo que dejará atrapados los jugos naturales en su interior.
Paralelamente se corta en trozos pequeños a medianos la cebolla, los pimentones y los tomates para formar una cama sobre la que descansará la carne. Depositar todo sobre una fuente que se pueda llevar al horno y que sea lo suficientemente amplia. Nuevamente la temperatura del horno debe ser unos exactos 180 grados celsius.
En una fuente aparte hay que mezclar bien la miel, la cerveza y la mostaza para bañar el lomo que se encuentra sobre la cama de verduras. Después espolvorear con el ajo en polvo y mantener en el horno por aproximadamente 60 minutos. ¿Cómo podemos saber que la carne está bien asada? Simplemente hay que pincharla con algún cuchillo y si el jugo que bota es transparente, está lista para deleitar a los invitados.
Ah… Se nos olvida la salsa. Llevar la cama de verduras a una procesadora para licuarla y obtener así una exquisita y homogénea salsa que servirá para bañar cada una de las porciones ya emplatadas. Lo que queda a continuación es sólo disfrutar, a menos que también te toque lavar los platos.